Por: Héctor R. Meléndez Cortes (Psicólogo)
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Conociendo algunos aspectos psicológicos de competidor y/o atleta.
Disfrutando de la gesta deportiva de Londres 2012, donde las victorias son más que celebradas y las derrotas agradecidas por estar presente en unas olimpiadas, o amargas como suelen ser en muchas ocasiones, no he dejado de notar, los relatos de atletas y aficionados que suelen atribuir las derrotas y/o victorias a diferentes factores, siendo la falta de concentración uno de los más sonado.
Echando una mirada a varios de los factores que intervienen en los competidores a la hora de ejecutar su actuación, se ha evidenciado que la percepción de algunos se torna más psicológica que físicamente para lograr el objetivo deseado. He aquí donde el competidor y todo el equipo que lo acompaña, entiéndase: entrenadores y preparadores físicos, mentales y sus familiares junto a sus seguidores, se preparan para observar y vivir dicha actuación. Tal vez a ocurrido que en algún momento, viendo un evento deportivo, has visto a tu atleta de preferencia ganar o perder y has emitido una atribución de porque ha conseguido esa victoria o derrota. Las investigaciones afirman, que en muchos deportes, tanto atletas como aficionados, atribuyen la victoria a factores internos del ser humano (como la concentración y fuerza) y sus derrotas a factores externos al ser humano (como el clima y el público). Todo esto no está fuera de ser posible, pero según se evidencia, se dice que el trabajo realizado en un atleta que tiene la composición física para estar en unas olimpiadas como por ejemplo, existe un porcentaje grande de que su ejecutoria varíe de acuerdo a sus factores psicológicos en la competición.
Algunos de los factores que intervienen en la competición, según José Lorenzo González y su libro Psicología del Deporte, son de índole psicológicos y se evidencia su efecto en los competidores y/o atletas. Una combinación entre la preparación física y la mental parece ser la clave del éxito en los competidores y/o atletas. González (1997) hace hincapié en que se ha demostrado que la optimización de una actuación en el deporte, dependen de la habilidad, naturaleza y complejidad de la tarea y mentalización del individuo. Con ello lo que decimos es que además de contar con preparación física e indicadores de inteligencia para el deporte, no solo ellos son los que intervienen en la ejecutoria de los atletas y/o competidores, sino que la motivación, las emociones, los pensamientos y los estados de ánimo, adquieren gran importancia para los mismos a la hora de ejecutar su actuación. El olvido de estos factores compromete, con seguridad, la actuación, haciéndola menos óptima.
Ahora, como desertores de la diversidad humana, no todos los seres humanos son iguales, con ello, no todos los competidores y/o atletas son iguales y los factores psicológicos que intervienen en su ejecutoria pueden variar según los mismos. De los factores más estudiados se encuentran los pensamientos antes, durante y después de la competición. Tanto positiva como negativamente, los pensamientos interfieren en la ejecutoria de los competidores y/o atletas, esto a su vez, en las emociones. Pongamos por ejemplo a un boxeador que ha ganado todas sus peleas, sucede que pierde en su ultima, de inmediato saltaran muchas conclusiones de porque obtuvo una derrota, esto de parte de aficionados, expertos y todo individuo que pueda emitir una opinión. Pero, ¿cuáles eran los pensamientos antes de la pelea? Quizás sea esa una de las preguntas que muchos obvian. ¿Qué pensaba ese boxeador mientras realizaba su ejecutoria?, ¿esos pensamientos influyeron en su estrategia?, estas pueden ser otras interrogantes que solo el mismo puede explicar. Pero a su vez es importante ¿qué piensa ese boxeador después de su derrota? Se ha evidenciado que existe una congruencia entre los pensamientos y la ejecutoria de los deportistas, tal vez un seguimiento a esos pensamientos puede contribuir a un mejor desarrollo de los deportistas. Es importante que se le dé una continuidad a los pensamientos que interfieren en las ejecutorias, porque ello puede afectar los resultados en otras actuaciones.
La inteligencia influye en los competidores y/o atletas. Pero no solo nos referimos a la inteligencia académica, sino a la inteligencia emocional y en gran parte a la inteligencia deportista. Esto ha sido un tema debatible desde hace varias décadas, pero la importancia recae en que para poder entender a los competidores y/o atletas, se debe tener un reconocimiento de los diferentes tipos de inteligencia y como se aplican a los competidores y/o atletas. Siempre es aceptado que un balance entre los componentes sería lo mejor, pero en muchas ocasiones no se tiene, por lo tanto hay que trabajar con las fortalezas y debilidades de cada competidor y/o atleta y buscar su funcionamiento óptimo. Las habilidades de los competidores y/o atletas de Elite están probadas, por la misma razón han llegado a ser Elite. Volvamos a las olimpiadas Londres 2012, todos han realizado una cualificación que los lleva a competir, por lo tanto las habilidades están presente, pero ¿qué sucede cuando todo marcha bien y se comienza a desmontar lo construido, o se dan resultados inesperados ya sea positiva o negativamente? Los tipos de inteligencia hacen su entrada en diferentes aspectos, a esto se le añade la interpretación y/o aplicación de “la fuerza del testimonio” como lo ha denominado González, esto es que lo que nos decimos es como actuamos y ello comienza desde el entrenamiento. Otro factor que acompaña a la inteligencia del deportista es el cómo experimenta las cosas. Hay quienes piensan que no hay nada más que saber, pero el estar en constante aprendizaje acompaña al desarrollo optimo del atleta, esto porque mas allá del entrenamiento, puede ser positivo el conocer a los contrincantes y el adquirir nuevas técnicas para manejar las diferentes situaciones que pueden ocurrir en el proceso de una carrera, durante la misma y después de ella.
La atención y concentración son otros factores psicológicos de suma importancia en la competición. Para González (1997), en cuanto a la atención, tan importante es concentrarse en lo que se está haciendo, como controlar la desatención, esto es, evitar las distracciones consistentes en dirigir la atención hacia otras cosas que no son la tarea o hacia aspectos irrelevantes de la misma. Reconocer que existen diferentes estilos de atención en la cotidianidad y para el deporte, puede contribuir a que mejore la atención en la tarea a ejecutar, esto dándose cuenta de cuál tipo de atención quizás domina y aplicando técnicas inmediatas para hacer el cambio de un estilo a otro. Continuemos con el ejemplo del boxeador, tal vez dentro de la pelea el boxeador este aplicando una técnica bien practicada en el entrenamiento, sin embargo, no está dando el resultado que se esperaba. En una toma de decisión inmediata su atención se desvía y la negatividad se apodera del mismo, pero se da cuenta de lo que sucede y comienza a bloquear la negatividad, reafirmando su compromiso y conocimiento de estrategias, cambia su foco de atención y aplica un mejor trabajo, dando como resultado un mejor desempeño. González (1997) comenta “tu atención debe estar fijada en la situación actual, evitando concentrarte en lo que ha pasado o temiendo de lo que pueda pasar”. Para ello debe existir una preparación psicológica.
Por otro lado, el auto mensajes, los pensamientos de autoconfianza y las expectativas, juegan un rol indiscutible en el competidor y/o atleta. Existen momentos de duda como en cualquier otra situación, ahora, dependerá en parte de lo que te digas o te digan, así como lo que piensas sobre ello y/o interpretes de lo que te has dicho o te dijeron. Mantener una expectativa fuerte de auto eficacia y autoconfianza, puede influir en el resultado a obtener en la competición.
Controlar los nervios es otro de los factores más mencionados que afectan psicológicamente a un competidor y/o atleta. Si a los espectadores le produce ansiedad y nerviosismo el ver a su competidor y/o atleta en la competición, imaginemos lo que debe sentir el propio competidor y/o atleta. Técnicas de relajación son indispensables para los competidores y/o atletas, también para sus entrenadores que están en el día a día con ellos. Para el deporte existen diferentes procedimientos de relajación y tanto los atletas como entrenadores deben conocerlos, para ponerlos en práctica en el momento adecuado.
El ensayo y la imaginación de cómo sería la actuación es otro factor psicológico a considerar en la competición. El ensayo mental de cómo puede ser la competencia y su ejecutoria, está ligado con los factores anteriores que hemos mencionado. Si el pensamiento y expectativa es negativa, pues la probabilidad de que la imaginación de cómo lo harás y que lograras sea negativa, es grande. Aplicarlo de forma positiva puede ser un indicativo de que los factores anteriores se están llevando de manera positiva, por lo tanto el ensayo mentar de los movimientos a ejecutar pueden contar como experiencia y la imaginación o visualización de lo ejecutado puede servir de preámbulo a como lo harás, en otras palabras, esto nos ayuda a prepararnos para lo que podría ser. El nivel de activación optimo, en fin, juega otro rol importante en el competidor y/o atleta, así como el impacto del público, la cultura, la relación con su entrenador y eventos adyacentes al atleta etc…, al momento de la competición. El monitoreo constante y la aplicación de técnicas puede ser una herramienta gigante para mejores resultados.