¿Pueden ser vulnerables los déficits de la personalidad, relaciones interpersonales, cognitivos y las alteraciones psicopatológicas en la adolescencia en ser adictos a la internet?
12:20 a.m.
Bernard Ortiz Cruz,
M.A. Psicología Industrial Organizacional
Estudiante del Programa Doctoral en Consejería Psicológica
Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto Metropolitano
Introducción
La Internet es una red de redes de ordenadores que comparten datos y recursos; existe una conexión de redes a nivel mundial que permite a los ordenadores comunicarse entre sí en cualquier parte del mundo (Luengo López, 2004). Esto nos permite tener acceso a información y personas que de otra forma no sería posible. Internet es una herramienta a la que se atribuyen innumerables ventajas para la educación, comercio, entretenimiento y en última instancia para el desarrollo del individuo (Luengo López, 2004).
El diseño de Internet en sí permite el anonimato en las interacciones, lo cual hace que la comunicación por vía electrónica tenga una característica que la diferencian de la que se puede dar en la vida real. La desinhibición (Greenfield, 1999) consiste en una pérdida del pudor y del miedo a expresarse libremente, lo cual provee a la persona de un sentimiento de protección y de libertad al mismo tiempo. La participación en grupos virtuales nos permite interaccionar con gente con nuestros propios intereses donde sea que estén ubicados físicamente. En un estudio con grupos de discusión McKenna y Bargh (1998) encontraron que este medio permitía a aquellos con personalidades estigmatizadas por razones de sexo o ideología llegar a una gran auto aceptación que en última instancia conducía a relevar a sus familiares y amigos su identidad oculta. Esto hace que la pertenencia al grupo virtual se convierta en una parte importante de su identidad.
En los últimos años la evidencia sobre consecuencias negativas relacionadas con el uso de Internet ha llevado a varios autores cómo Echeburúa, et al (1998); Griffiths, (1997); Young, (1996) (Luengo López, 2004) a proponer la existencia de un desorden de adicción al internet similar a los problemas que aparecen con otras conductas adictivas cómo juego, sexo, trabajo y entre otros.
Cruzado, Matos y Kendall (2006) exponen que desde el año 1995 se han reportado casos de uso excesivo de internet y consecuencias del uso excesivo. A su vez se ha demostrado que hasta el 2005 no se habían realizado estudios para diseñar algún tipo de modelo de intervención para atender el alza en los casos de uso excesivo de la internet. El desorden de adicción a la internet o uso excesivo del mismo se puede definir cómo el uso desacelerado o frecuentemente de la internet provocando dificultades psicológicas, familiares, académicas o laborales en la vida de una persona (Cruzado, Matos y Kendall 2006). Sin embargo las adicciones a la internet, video juegos, teléfonos móvil o cualquier tipo de tecnología no se encuentran incluidas cómo desordenes en el DSM-IV TR (Luengo López, 2004). El Dr. Iván Golberg un psiquiatra que trabaja con casos de adicción de juegos de apuestas comenzó a realizar un perfil para desarrollar el desorden de adicción a la internet basándose en algunos criterios de diagnosticó del desorden de adicción de jugadores compulsivos (Joinson, 2003); se espera que el desorden de adicción a la internet sea incluido en la próxima revisión del DSM-V.
A su vez se ha asociado los déficits de la personalidad, relaciones interpersonales, cognitivos y las alteraciones psicopatológicas en la adolescencia cómo los más vulnerables en decaer en la adicción a la internet. Joinson, (2003) realizó un estudio con 277 estudiantes administrando una escala de 13 reactivos para medir los hábitos de los usuarios en internet y resultó que los estudiantes con algún desorden psicopatológico estaban más expuestos a consumir más horas de uso de la internet afectando así su entorno biopsicosocial. Echeburúa, (1999) (Luengo López, 2004) señala ciertas características o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones. Las vulnerabilidades psicológicas hacia la adicción a internet que se expresa en los siguientes factores de riesgo déficit de personalidad; introversión acusada, baja autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones. Déficit en las relaciones interpersonales: timidez y fobia. Déficit Cognitivos: fantasía descontrolada, atención dispersa y tendencia a la distracción. Alteraciones Psicopatológicas: adicciones químicas o psicológicas presentes o pasadas y depresión. Según Joinson (2003) es el individuo el que determina si el uso de internet es adaptativo o mal adaptativo, en la medida en que el caso de una persona que carezca de apoyo social conciba el uso de internet más como una fuente de identidad que una herramienta de ayuda para obtener ese apoyo que necesita.
Revisión de Literatura
La actividad cerebral y la adicción a la internet
Las personas adictas a la internet muestran cambios en el cerebro similares a los adictos a sustancias como drogas o alcohol, afirman investigadores en China (BBC Mundo, 2012). El estudio llevó a cabo escáneres cerebrales en 17 jóvenes adictos a internet y encontró trastornos en las conexiones del cerebro, señalaron los investigadores. Se observaron cambios en la materia blanca del cerebro, la parte del sistema nervioso central que contiene los axones, las fibras de las neuronas encargadas de conducir las señales nerviosas. En particular, se encontró evidencia de trastornos en las conexiones áreas del cerebro involucradas con las emociones, la toma de decisiones y el autocontrol. Además la BBC Mundo (2012) señala que los hallazgos indican que la adicción a la internet presenta anormalidades en la integridad de la materia blanca en las regiones cerebrales que involucran la generación y procesamiento de emociones, atención, toma de decisiones y control cognitivo. A su vez, el estudio plantea que la adicción a la internet parece compartir los mecanismos psicológicos y neuronales de otros tipos de adicción a sustancias y otros trastornos de control de impulsos.
Este estudio de la BBC Mundo evidencia de sobre manera el daño que provoca la adicción a la Internet o “Internet Addiction Disorder” (IAD), cómo Goldberg (1995) lo introdujo , a la conducta humana y a los procesos cognitivos. Eventualmente Morahan-Martin y Schumacker (1997) llamo a este fenómeno cómo el “uso compulsivo de Internet o uso patológico de Internet” (Madrid López, 2000). Sin embargo desde mucho antes se había comenzado a observar el efecto de la Internet sobre los seres humanos y el propio Madrid López (2000) señala en su estudio que diversos investigadores habían señalado a la Internet cómo una plaga que encarcelaba a los seres humanos frente a una computadora.
Criterios de Diagnóstico para la Adicción a Internet de Iván Goldberg
Desde entonces surgió la primera persona que estableció los criterios de diagnósticos para la adicción a Internet, algunos dicen que fue Grohol (1997), pero fue el psiquiatra Ivan Goldberg (1995). Este propone un conjunto de criterios para el diagnóstico del desorden de adicción a Internet (IAD) basados en los criterios diagnósticos del abuso de sustancias (Greenfield, 1999). Golberg describe que un patrón desadaptativo de uso de Internet conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres o más de los siguientes criterios en algún momento de un periodo continuado de 12 meses.
Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes; una necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en Internet para lograr satisfacción y una notable disminución de los efectos con el uso continuado de la misma cantidad de tiempo en Internet (Greenfield, 1999).
Abstinencia, manifestado por cualquiera de los siguientes; cesación o reducción de un uso de Internet que ha sido grande y prolongado, agitación psicomotora, ansiedad, pensamientos obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en Internet, fantasías o sueños a cerca de Internet, movimientos de tecleo voluntarios o involuntarios, los síntomas causan malestar o deterioro en el áreas social, laboral u otra área importante de funcionamiento (Greenfield, 1999).
Se accede a Internet con más frecuencia o por periodos más largos de lo que inicialmente se pretendía. Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el uso de Internet (Greenfield, 1999).
Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet, actividades sociales, ocupacionales o recreativas se dejan o reducen a causa del uso de Internet. Por consiguiente el paciente que presente la mayoría de estos criterios podría estar presentando una desinhibición; esto consiste en una pérdida del pudor y del miedo a expresarse libremente, lo cual provee a la persona de un sentimiento de protección y de libertad al mismo tiempo (Greenfield, 1999).
Por lo tanto podemos observar en las investigaciones en diversas situaciones la adicción a la internet afecta el comportamiento humano; ya sea en el campo laboral, académico, social y entre otros. A su vez la adicción a la internet trasciende cultura, edad, escolaridad, condiciones de salud y sexo (Joinson, 2003; Cruzado Díaz, Matos Retamozo y Kendall Folmer, 2006; Luengo López, 2004). Los pacientes con déficits de la personalidad, relaciones interpersonales, cognitivos y las alteraciones psicopatológicas en la adolescencia son muy vulnerables en ser adictos a la internet. Isiklar, Sar-Haydar y Aksoz (2011) demostraron que desde la adolescencia los riegos de presentar adicción a la internet es muy alto; ya que los mismos vienen presentado sentimientos de soledad o sentirse no amado, problemas académicos, problema en el ambiente escolar, problemas en el ambiente de trabajo y pobre relación individual. Ya teniendo este cuadro de problemas sociales y cognitivos desde la adolescencia Lam y Wen Peng (2010) demuestran que no tan solo los usuarios con problemas o desordenes patológicos están a merced de adquirir la adicción a la internet.
Estudios referentes al tema
Kraut y Kiesler (1998) (Joinson, 2003) realizaron un proyecto llamado “HomeNet” que se llevó a cabo para llevar un seguimiento de los participantes durante dos años a través de los “cookies” y los “log files” almacenados en los servidores de red; con la finalidad de analizar el uso que hacían de internet. A través de este estudio, se presentó la conclusión de que la internet presentaba una situación paradójica. A pesar que por un lado fomentaba las relaciones sociales “on-line” , por otro lado servía para de socializar a los usuarios de sus ambientes habituales. Este estudio ha tenido muchos detractores y críticas que impulsaron su revisión por parte de sus mismo autores, quienes encontraron resultados distintos en la medida en que concluyeron afirmaron que esa situación paradójica se daba en algunas personas, pero que en otras la internet servía para potenciar ciertas capacidades de relación social que los participantes de la investigación ya poseían en su contexto habitual. Se habla también de cómo mucha gente busca apoyo en la internet para resolver ciertos problemas de su vida, y cómo ellos conllevan ciertos peligros de obtener malos consejos y dañinos asesoramientos por parte de otras personas con las que se coinciden en la red. Por último, Kraut y Kiesler (1998) hace alusión a cómo la internet facilita que muchas personas muestren su lado oscuro y que expongan conductas desinhibidas, capaces de ser mantenidas en el mayor de los anonimatos, como puede ser el uso y abuso de información pornográfica.
Por otra parte un estudio similar al de Kraut y Kiesler (1998) se práctico con adolescentes que fueron examinados y presentaban ciertos rasgos de adicción a la internet. Isiklar, Sar-Haydar y Aksoz (2011) tomaron una muestra de alrededor de 423 estudiantes de escuela superior, la muestra tenía una representación de 214 estudiantes féminas y 209 estudiantes masculinos. Dentro del estudio se halló que el uso excesivo de la internet presentaba influencias negativas en la conducta de los adolescentes, Isiklar, Sar-Haydar y Aksoz (2011) definieron esta conducta cómo una mal adaptativo para la conducta de los adolescentes. El hecho de que los adolescentes demostraron cierta inclinación y uso excesivo a la internet se debe a que la gran mayoría de ellos se sienten solos, presentan problemas de conducta, poca relación o comunicación con la familia y problemas académicos o problemas con el ambiente escolar.
Koc (2011) (Isiklar et al; 2011) expone que los estudiantes que utilizaban la internet entre de 6 horas a todo el día diariamente presentaban síntomas de somatización, obsesión compulsiva, sensibilización interpersonal, depresión, ansiedad, hostilidad, fobias, paranoides y entre otros. Esto se debe que la actividad psicológica de estos adolescentes se vienen afectando por la falta de la interacción social, mecanismos de abstinencias y/o seguimiento médico. El incremento del uso descontrolado de la internet y la poca supervisión que se le da a este recurso a preocupado grandemente a los psicólogos y educadores; la adicción a la internet según Isiklar, et al (2011) en su estudio va a la par a los indicadores cómo sentimientos de soledad o sentirse no amado, problemas académicos, problema en el ambiente escolar, problemas en el ambiente de trabajo y pobre relación individual, en su mayoría del tiempo presentan pensamientos de que su ambiente está en contra de su conducta y niegan que la internet sea un problema. Además la mayoría de estos adolescentes deducen que los problemas que presentan y afectan su conducta son producto de su medio ambiente y de la falta de apoyo de terceros (Loystkert y Aiello; 1997; Morahan-Martin y Schumacher, 2000; Young, 1998).
Isiklar, et al (2011) dedujeron que la mayoría de los problemas de adicción a la internet de parte de los adolescentes, se debe a que los adolescentes son el grupo más grande de consumidores de internet; a su vez todo lo relacionado a la tecnología. Por ende los grandes mercados tecnológicos apuntan diariamente a este grupo de consumidores ya que ellos son los más que están expuestos a este tipo de mercancía. El hecho de obtener y acceder la internet por varias horas no deduce que el usuario sea un adicto a la internet, cómo señala Isiklar, et al (2011) el adicto a la internet se aleja del circulo social afectando todo su entorno biopsicosocial.
A su vez Chak y Leung (2004) también demostró que hay evidencia de que el abuso a la internet presenta patrones de soledad, timidez, ansiedad, depresión y en muchas ocasiones confusión del yo. La razón de que se presente constantemente estos indicadores co-mórbidos de otros desordenes se debe a la alta exposición de elementos que despersonalizan al individuo. Hung Ko, Yu Yen, Sheng Chen, Chun Yeh y Fang Yen (2009) demuestran que la depresión, desorden de déficit de atención con hiperactividad, fobia social y la hostilidad sean han hallado continuamente cómo factores o predictores co-mórbidos de la adicción a la internet. Hung Ko, Yu Yen, et al (2009) sugieren que antes de dar el diagnostico a algún adolescente de adicción a la internet, primero cómo batería de revisión y práctica se deben evaluar anteriormente si el adolescente presenta alguna psicopatología de la personalidad o cognoscitiva.
Lam y Wen Peng (2010) demuestra que no tan solo los usuarios con problemas o desordenes patológicos están a merced de adquirir la adicción a la internet; los usuarios jóvenes que nunca han presentado desordenes psicológicos y se exponen a mucho tiempo de uso de la internet pueden adquirir ciertos rasgos de depresión. Los sentimientos de soledad, privación del sueño, sentimiento de sentirse protegido o cierto apego son algunos de los rasgos que se pueden adquirir por el uso inmoderado de la internet. También las personas mentalmente saludables pueden presentar, desarrollar o empeorar algún desorden patológico (Lam y Wen Peng; 2010). El sentido de dependencia de la internet se ha incrementado en los últimos años y a su vez son muchos los individuos que comienzan a desarrollar una patología y no acuden a buscar ayuda, más bien son los adolescentes que están más expuestos y no reciben ayuda empeorando así su condición (Lam y Wen Peng; 2010; Hung Ko, Yu Yen. et al; 2009; Chak y Leung; 2004).
Otros componentes relacionados a la adicción a la internet
Young y Rodgers (1998) realizaron un estudio entre la depresión y la adicción a la internet, para ello utilizaron el inventario Zung Depression Inventory para medir los niveles de depresión y la coexistencia patológica con el uso de la internet. Además se utilizó el Beck Depression Inventory, los resultados de estos inventarios se compararon entre si para determinar si los participantes con diagnostico de depresión presentaban una inclinación para el uso desmedido de la internet. Young y Rodgers (1998) señalan que a diferencia de otros desordenes adictivos se observa que la depresión es uno de los componentes o patología presente en la adicción a la internet. El estudio arrojo que mientras más altos sean los niveles de depresión más se la posibilidad del que el paciente pueda refugiarse en la Internet. Los investigadores asocian que el uso adictivo de la Internet se debe a los procesos o satisfacción que puede brindar a un individuo. El hecho de utilizar la Internet de parte de los pacientes con problemas se deduce que los mismos aseguran que está herramienta de la informática les ofrece un cierto sentido de escape. Sin embargo Chak y Leung (2004) señalan que los distintos foros de la Internet tales cómo los salones de “chat”, páginas especializadas, juegos virtuales y entre otros les ofrece de cierta medida una salida de satisfacción a los pacientes con problemas psicopatológicos.
El Modelo de Terapia Cognitivo Conductual cómo opción de intervención
Yen, Ko, Yen, Chen, Chung y Chen (2008) deducen que la adicción a la Internet comparte muchas características a cerca de la adicción a sustancias controladas; respecto al momento de intervenir con un paciente. Los investigadores demuestran en su estudio que la adicción a la internet debe ser incluido cómo un problema de organización dentro de la teoría de problemas conductuales. Además aseguran que el mejor método de intervenir con un adicto a la internet es la prevención y la intervención en grupo tal cómo se da con los grupos de apoyo de alcohólicos anónimos y narcóticos anónimos. A su vez luego que el adicto a la internet esté participando en algunos de estos grupos de apoyo; el paciente debe estar al mismo tiempo interviniéndose para trabajar con los signos de hostilidad, depresión y ansiedad que son los componentes o psicopatologías más comunes dentro de la adicción a la internet. Yen, Ko, Yen, Chen, et al. (2008) sugieren a los terapeutas que el diseño de intervención para los pacientes de adicción a la internet deben incluir estrategias muy similares a las que se usan en las intervenciones de sustancias controladas.
El sugerir un modelo de terapia para la intervención de la adicción a la internet se basa en que en la actualidad no existe un programa que este diseñado a base de evidencia investigativa para trabajar exactamente la adicción a la internet. Por lo tanto Yen, Ko, Yen, Chen, et al. (2008) sugieren modelos que trabajan otros tipos de adicción, ya que todas las adicciones comparten unos criterios muy similares; dependencia, depresión, hostilidad y ansiedad. Por lo tanto cómo todas estás adicciones comparten la depresión, hostilidad y ansiedad cómo eje, el acercamiento de intervención Cognitivo Conductual puede ser de gran ayuda para trabajar la adicción a la internet (Shaw y Black; 2008). A su vez, Shaw y Black (2008) recomiendan cuando la adicción a la internet envuelve a la familia en cualquiera de las esferas refiérase pareja o familia en su totalidad, la terapia de pareja o marital y la terapia de familia puede ayudar en la rehabilitación de muchos casos.
Young (2007) realizo un estudió a 114 participantes que sufrieron la adicción a la internet y recibieron terapia cognitiva conductual cómo modelo para trabajar sus problemas. El estudio estuvo estructurado por un cuestionario diseñado por el investigador, este cuestionario presentaba factores cómo motivación, tiempo de manejo de la internet, relación social, relación al funcionamiento sexual y actividades extracurriculares que no sea el uso de la internet. El resultado del mismo estudio arrojo que la mayoría de los pacientes que se sometían a la terapia cognitiva conductual comenzaban a presentar mejorías a partir de la 8 sección de terapia y los síntomas de manejo de la internet podrían estar presentes hasta 6 meses o más en algunos casos luego de la intervención terapéutica. Young (2007) insiste que aún se debe seguir investigando y evidenciando modelos de terapia para la adicción de la internet; ya que todas las recomendaciones antes realizadas más bien se ha trabajado en adultos jóvenes y adultos mayores. Pero en la comunidad de los adolescentes y niños quienes son los más vulnerables sea evidenciado muy pocos modelos de terapia efectivas.
Además, se recomienda que se utilicé para estos casos el libro “Case Management Summary by Beck (1995)” (Hall; 2001); este manual ofrece al terapeuta las herramientas necesarias para ir trabajando los criterios de la adicción de la internet, cómo la preocupación con el uso de la internet, la necesidad de tener más tiempo para conectarse a la internet, los momentos de reducir el uso de la internet, las recaídas, manejo de tiempo y los problemas que puedan surgir, el distrés social (familia, escuela, trabajo y amigos), la decepción de limitar o acceder mucho tiempo de uso de la internet, modificación de conducta y entre otros. A su vez además de utilizar este manual se recomienda utilizar herramientas de evaluación cómo batería de diagnostico de la adicción a la internet los instrumentos cómo Brenner`s (1997), Internet-Related Addictive Behavior Inventory (IRABI), CIRABI-II (Chou & Hsiao, 2000), Internet Usage Survey (Armstrong et al; 2000) y el Young`s DQ Assesment tool (Young, 1997) (Hall; 2001).
Adicional a estas pruebas, Beranuy-Fargues, Chamarro-Lusar, Graner-Jordania y Carbonell Sánchez (2009) validaron dos escalas breves para evaluar la adicción a Internet y el abuso del móvil. El Cuestionario de Experiencias Relacionadas con Internet evalúa los conflictos intra e interpersonales relacionados con el uso de Internet y elCuestionario de Experiencias Relacionadas con Móvil evalúa dos factores: primero, conflictos relacionados con el abuso del móvil, y segundo, los problemas debido al uso emocional y de la comunicación. Los investigadores demuestran en su validación de instrumentos que el móvil no produce el mismo grado de adicción que la internet, más bien se puede hablar de uso problemático. Los hombres presentaron un uso más adictivo de Internet, mientras las mujeres se caracterizaron por usar el móvil como medio para expresar y comunicar las emociones.
En efecto el modelo de Terapia Cognitivo Conductual, con las herramientas de diagnostico de adicción a la internet, depresión, ansiedad y las estrategias de intervención de las adicciones a las sustancias controladas han sido el marco de referencia para trabajar con la adicción a la internet. Desde luego diversos investigadores insisten que se deba continuar trabajando la investigación sobre la adicción a la internet para mejorar o diseñar un plan de intervención efectivo para tanto niños-adolescentes y adultos (Beranuy-Fargues, Chamarro-Lusar et al; 2009. Hall, 2001. Young, 2007).
Conclusión
Ya definido el problema y las causas de la adicción a la internet, entonces que recursos los terapeutas tienen para trabajar este tipo de adicción. Luego de realizar la revisión de literatura podemos deducir que el mejor método o modelo de intervención para trabajar la adicción a la internet es el Modelo Cognitivo Conductual (Shaw y Black, 2008; Young, 2007). A su vez, otros investigadores cómo Yen, Ko, Yen, Chen et al. (2008) deducen que los modelo de intervención de sustancias controladas pueden ser un recurso guía para trabajar con este tipo de adicción, ya que toda adicción presenta un peculiaridad muy similar y es la dependencia.
Además podemos observar que la adicción a la internet presenta rasgos muy fuertes de depresión y ansiedad, y más con los pacientes que presentan otros tipos de problemas tanto de personalidad y/o cognitivos. Hall (2001) recomienda que para trabajar con cuadros similares antes descritos se debe consultar guías diseñadas para intervenir con estos tipos de casos; “Case Management Summary by Beck (1995)” es uno de muchas guías que provee mucha información sobre el manejo de casos sobre la adicción a la internet. Además, siguiendo las recomendaciones de Yen, Ko, Yen, Chen et al. (2008) y utilizando los modelos de investigación basándose en la evidencia, la guía“Chemical Dependency Couseling: A Practical Guide” (Perkinson, 2011) puede ser otra alternativa de consulta para trabajar algunos rasgos de adicción a la internet en los pacientes. Pero cómo señalaron Beranuy-Fargues y Chamarro-Lusar, et al (2009); Hall (2001); Young (2007) aún se debe seguir investigando y evidenciando para realizar y sustentar un modelo apropiado para la intervención de la adicción a la internet; en las dos esferas niños-adolescentes y adultos.
Pero, en Puerto Rico cuál es la realidad de este fenómeno que aqueja a toda la humanidad alrededor del mundo. Cómo bien sabemos la evolución de la internet sigue avanzando a pasos agigantados y cómo señaló en su estudió Luengo López (2004) y consigo los problemas psicológicos que provoca este fenómeno. Muy bien conocemos mediante la prensa local que miles de puertorriqueños pasan horas socializando a través de las redes que ofrece la internet. Sin números de empresas se han movido obligados a regular su uso en las áreas laborales; además de escuelas y otros lugares. Las razones, son diversas problemas familiares, laborales, divorcios, “cyberbulling” y entre otros. Kraut, Kiesler (1998) y Koc (2011) mediante sus estudios ya demostraron que todos los usuarios sin depender las horas de uso de la internet, ellos exponen sus “lados oscuros” en la internet. Ya sea abriendo su “ser” frente a una computadora pensando que nadie los ve y nadie los juzga y exponen sus ideas más irreales; o más bien utilizan las redes para pornografías o actos inmorales y/o delictivos.
Será está la misma realidad que presentan los usuarios puertorriqueños; evidentemente probablemente sea, pero no encontramos estudios o estadísticas publicados respecto a este fenómeno. Cómo bien señalaron los investigadores, debemos alentarnos a investigar y evidenciar para poder tener las herramientas necesarias para intervenir con este problema que lo tenemos presente; y no tenemos los recursos necesarios para afrontarlo. Por lo tanto se recomienda publicar los estudios y las estadísticas que se hallan realizado en Puerto Rico respecto al tema de la adicción a la internet; y a su vez reevaluar los mismos para que sean eficientes y acorde a la problemática del país. Además, se recomienda estandarizar un modelo de intervención para trabajar con la adicción a la internet y sus trastornos co-mórbidos.
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