Son rostros que en el quizás de la probabilidad no volverán a ser vistos. Sonrisas que duran segundos, emiten significados inexplicables que se interpretan a raíz de las experiencias, que también, en el quizás de la probabilidad,  volverán a ser vistas. Nublado como día de huracán, con vientos que dejan arboles sin hojas, un puerto frio de época "feliz" y un sol que entra como ladrón de sueños en las mañanas, marcan el perfil de un viajero. ¿Sera la probabilidad la pregunta mas concurrida por nosotros, o en ocasiones la mas evitada por no dejar atrás la negación? Solo un viajero se daría cuenta cuan lejos o cerca esta de la contestación, enfocado en los pequeños detalles porque sin ellos no afina su agenda diaria. De puerto en puerto, de hora a hora, se le pierden los rostros, las sonrisas que solo su corazón desea volver a ver. Dejando atrás sus experiencias, camuflaje de justificación a sus acciones de viaje, tarde o temprano ese sol y esa luna, dejan un minuto para contar a su corazón la tristeza de su soledad, causada por sí mismo como desastre natural. El viajero no se da cuenta de que el viento sopla a su favor.

 

 

Nota: Cuando el ser humano se siente perdido, esta navegando entre dos mares. Se le pregunta en qué piensas y muchas veces contesta "no pienso en nada", sin embargo no se da cuenta que con decir dicha frase, utiliza los procesos de pensamiento para acomodar lo que dice. Navegar entre dos mares no es un paso completamente negativo, todos pasamos por esos mares en repetidas ocasiones a través del trayecto de vida, solo hay que diferenciar cuando la marea nos carga hacia lo que en realidad no deseamos, queremos o anhelamos y entonces  girar las velas para navegar en la dirección que realmente deseamos. Algunas personas se pondrán en contra y seria doloroso que sucediese, pero lamentablemente cuando se trata de ti, debes elegir, buscar el placer y las ganas de triunfar en el mar más arduo y ese mar es al que perteneces. Lucha por ti o por tu YO y veras resultados positivos en tu barco de vida.